viernes, noviembre 25, 2011

Replica de una Graellsia isabelae, Centro de intrepretación de Yeste.


Una vez más las tecnicas de modelado y pintura aplicadas a las ciencias naturales evitan el tener que mostrar espécimenes disecados (algo éticamente fuera de lugar en los museos de hoy en día) , este macho de mariposa Graellsia isabelae que he modelado para el centro de interpretación de Yeste (Albacete) a escala 1:1 con todo su detalle se expondrá en breve una vez inaugurado el museo.

Apuntes sobre este endemismo tan singular:

Esta mariposa es sin duda uno de los más bellos lepidópteros que pueden contemplarse. La oruga se alimenta de hojas de pino albar (Pinus sylvestris) y pino negral (Pinus nigra ssp. salzmanii) . El adulto vuela en primavera. Con sus alas extendidas mide de 8 a 9 cm; se trata por tanto también de una de las mariposas mayores de Europa. Su cuerpo es grueso e hirsuto, de color marrón. Las alas tienen color verde azulado, ribeteadas y venadas de ocre rojizo y con un magnífico ocelo en cada una de ellas. Las alas posteriores se alargan en una cola caprichosa, más larga en los machos que en las hembras. Los machos se distinguen también por sus antenas plumosas para detectar las feromonas de atracción sexual emitidas por las hembras, incluso encontrándose a una concentración en el aire bajísima. Las hembras, en cambio, tienen antenas simples. El área de distribución de la mariposa isabelina comprende la vertiente sur de los Pirineos en sentido amplio y englobando gran parte de Catalunya; la sierra de Guadarrama, en el sistema Central, donde fue descubierta; distintas sierras del sistema Ibérico y, finalmente, dos poblaciones reducidas en territorio francés, en las montañas del Jura y de los Alpes Occidentales. Se encuentra en la comarca de Bages donde es rara, aunque quizás sus constumbres nocturnas llevan a subestimar la población. Los tratamientos de los pinares con insecticidas generalistas contra la procesionaria del pino (Thaumetopoea pityocampa) afectan igualmente la mariposa isabelina. El descubridor de este bello lepidóptero fue, en el año 1848, el eminente científico Mariano de la Paz Graells (1808-1898), botànico, médico y zoólogo, él bautizó la nueva especie como Saturnia isabelae , un espléndido regalo para la reina Isabel II de España. Posteriormente la especie fue rebautizada como Graellsia isabelae, esta vez en recuerdo del ilustre naturalista que por primera vez la describió.

2 comentarios:

Mónica dijo...

Preciosa obra de arte. Todo un lujo poder disfrutar de la naturaleza sin tener que llenar los museos de animales muertos.
Aún más si se trata de insectos, que se llevan la peor parte por eso de ser "un simple bicho".

¡Un saludo!

NIEVES dijo...

Esa variedad de "oxalis" que veo en tu composición es preciosa; yo la cultivo; un abrazo.